martes, 11 de agosto de 2009

de objetivos y tormentas de verano

Apenas llevo una semana con la E620, digievolución de la E500 de Olympus, y la verdad es que la sensación es muy buena.
Lo tiene complicado para igualar a la E500, que de momento he mandado a pasar unas vacaciones con Paco a Canadá.
Mientras ando hecho un lio con los objetivos. Con el nacimiento de Ana, que será en breve, he pensado rescatar el Macro de 35mm que me encanta para retrato e incluso me he hecho con un 50mm OM Manual que es el que calza en la foto.



El 11-22 mm es fantástico en paisaje y planos generales aunque se queda muy corto y es muy voluminoso. Por fortuna no es tan exagerado como se ve en la foto, donde la perspectiva acentúa su tamaño frente a la cámara.
Es el que utilizo para callejear. Quizás si pudiese volver atrás me pensaría conseguir el 12-60 mm.

Pero en cualquier caso no encontrar o no tener el objetivo adecuado es un agobio. Mataría por dos pancakes equivalentes a 100 mm y 35 mm (50 y 18 mm para olympus) a 1,4 o similar.

Una lástima que Olympus no los saque. ¿Donde quedaron aquellas fabulosas ópticas?.

Mientras, no se de que me quejo tanto si ahora mismo me limito a sacar fotos de las nubes desde mi ventana.

2 comentarios:

  1. Tu niña va a ser la primera que venga con una cámara debajo del brazo

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  2. La verdad es que en mi casa lo de estrenar cámara y niño juntos es una tradición familiar

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