domingo, 17 de marzo de 2013

Chavales llenos de vida

Hace ya varios años que vi este documental.
Desde entonces me quede prendado de esta forma de enseñar.
Reconozco que me sentí influenciado desde el principio porque es una visión del mundo cercana a la mía, pero se me hace difícil pensar en una forma diferente de enfocar la enseñanza, más cuando está llevada a cabo de una forma tan coherente y con tanta maestría.

Hoy, que está tan de moda preocuparse por el bilingüismo y desarrollar todas las capacidades de tus hijos al máximo, no está de más dejar este documental que potencia una parte de la educación de la que, por desgracia, nunca oigo hablar en la cafetería de mi trabajo, aquí tenéis:
"Children full of life". Son 4 partes, en catalán con subtítulos en castellano. Para mi merece la pena dedicarle esos 50 minutos.


Las tres siguientes partes:

Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5

martes, 5 de marzo de 2013

Visita al Thyssen (y esas cosas que uno no termina de entender)

El otro día visitamos el Thyssen.

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Lo cierto es que tienen actividades para peques que son bastante entretenidas. Una mini visita a una parte del museo con los papás; y con salas casi vacías, lo cual está muy bien; y luego un mini taller de pintura para que los peques se entretengan.
La actividad no es barata, aunque tampoco excesivamente cara, y los nenes se lo pasan pipa.

La primera parte es en plan misión de Dora la Exploradora, para buscar objetos en los cuadros y pasado un rato centrarse en uno para hacer un análisis del mismo, de esos de: - jamás se me hubiera ocurrido pensar eso, pero vaya, tienen razón.

En la segunda, a los nenes les dan pintura de manos, unos sellos una carpeta de cartón blanco, y ¡a estampar!

2013-02-17 12:54:47

Ana se lo pasó fenomenal e hizo, con algunas pautas, un estampado la mar de chulo en una carpeta que ahora conservamos para guardar sus dibujos.
En fin, una actividad muy chula y muy recomendable.

El caso es que desde que fui ando algo intranquilo, me pasó lo que me pasa tan a menudo de quedarme un poco como: - ¿oiga?, sí es que eso no lo entiendo muy bien. Sí, sí, eso, sí, la realidad.
Y es que en esa actividad había un niño, imagínense típico niño Daniel el Travieso, con padre brutote y totalmente bandarra e indisciplinado.
Ese niño en plan: me importa todo una mierda y hago lo que me da la gana.
Ese niño que tira un bote de pintura sobre la carpeta a estampar, y al que prácticamente tienen que esposar a la mesa para que no convierta todo en un absoluto caos.
A ese niño, con el que ya no saben que hacer, le dan una enorme hoja y el chaval se dedica a desbarrar con la pintura y a pasárselo fenomenal. Y acaba pariendo el folio que han visto más arriba.

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(El campo de batalla)

Y bueno, tu estás en un museo, de esos que valen mucha pasta y con obras muy buenas, pero te acuerdas de un par de cuadros de Mondrian y alguna cosa más que tienen en las salas y te dan ganas de ir a la monitora y decirle: - Sí, sí, este será un delincuente, pero tienes cosas ahí arriba que valen menos que esto.

Y es que el arte es esa cosa tan rara y el ser humano es tan inherentemente artístico.
No sé, a lo mejor todos tendríamos que quemar las láminas de Piccaso que colgamos en nuestras casas e ir corriendo a comprar lienzos y temperas para nuestros hijos... el caso es que creo que no me entero de nada y, desde que fui, muchos cuadros no sé si mirarlos del derecho o del revés. Yo por si acaso me pasaré esta tarde por la tienda a comprar unas temperas para las peques.