La nueva X100 combina un sensor APS-C con un objetivo 35mm equivalente a F2.0.
La cámara tiene un diseño totalmente clásico, no solo en su aspecto, sino sobre todo en su uso; recordando las clásicas CONTAX, Nikon S2, Leica y demás rangefinder clásicas.
Cuenta, por desgracia, con un objetivo fijo y se comercializará el año que viene.
Cuando todavía no sabemos el precio definitivo, la verdad es que la apuesta de Fuji, aunque buena, parece que llega un poco a deshora.
Hace unos años todos llorábamos por una compacta con un sensor grande, cuando las LX de Panasonic y las Ricoh campaban a sus anchas.
La DP1 de Sigma llegó y defraudó con el F4.0.
Lo cierto es que esta cámara entonces se hubiera convertido en un clásico casi con toda seguridad.
Ahora parece que acabá siendo una cámara bastante cara que adornara la estantería de algún caprichoso romántico de la fotografía.
Es seguro también que atraerá a muchos fotógrafos como segundo cuerpo, pero el hecho de no tener una óptica intercambiable hace que esta cámara pierda una gran cantidad de potenciales usuarios que, como yo, hace unos años hubieran intentado agenciarsela pero ahora optan por un sistema algo más versátil y que permita rentabilizar los objetivos ya adquiridos.
El principal problema de la Fuji es por tanto que dado su diseño para un fotógrafo avanzado ya ha perdido, antes de salir, a gran parte de su público que ha quedado atrapado en otros sistemas.
Si bien el m4/3 y las nuevas EVIL de Sony son los únicos existentes, es probable que los usuarios de Canon y Nikon prefieran esperar a la inevitable aparición de las EVIL de sus propias marcas cuya llegada no puede retrasarse ya demasiado.
Mientras, de todos modos, nos quedaremos contemplando su fantástico diseño retro y rezaremos porque su precio sea, esperemos, excesivo.
Fuji en cualquier caso ya ha dejado claro que sigue dentro del mercado con esta cámara de prestigio.
Como nota final hay algún rumor de que andará por los 1700$ lo que con la conversión habitual serán aquí unos 1700€. Lo cual tendría sentido teniendo en cuenta que se trata de una cámara destinada a un público muy escaso y que busca dar un lugar a Fuji en el nuevo escenario.
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