miércoles, 8 de septiembre de 2010

Siempre se ha vendido el sistema 4/3 que empujaron olympus y Kodak como un sistema pensado y diseñado para sacar el máximo partido del nuevo escenario digital.

A pesar de derivar el tamaño de sus sensores de los de video de tubo de vacío es cierto que el sistema cuenta con ciertas ventajas.
Y desventajas, por supuesto.

A ojos profanos el tamaño del sensor parece determinante, pero por mi experiencia, el principal problema de olympus con respecto al sensor ha sido siempre una mayor limitación del rango dinámico.

Por otro lado la ventaja de Olympus es la posibilidad de tener fantásticos objetivos a un precio asequible. Estamos hablando de objetivos que por 600 euros podrían hacer sonrojarse a sus análogos de Canon o Nikon y pondrían en jaque a otras lentes que cuestan el doble.

Lo cierto es que el sensor, su principal "lastre", les ha permitido evolucionar al micro 4/3.
El sistema micro 4/3 conlleva la eliminación del espejo de las 4/3.

Las ventajas:
- Una disminución muy grande de tamaño en las cámaras, pero manteniendo el tamaño del sensor.
- Una disminución de la distancia de registro, por lo que las cámaras pueden acoplarse a casi cualquier objetivo del mercado, incluyendo algunos sabrosos objetivos "antiguos".
- La disminución del tamaño de los objetivos.

Las desventajas:
- La perdida del visor óptico y la obligatoriedad de usar uno electrónico o la pantalla. :(
- La imposibilidad de utilizar el mismo enfoque que las réflex tradicionales.
- Conservar el sensor más pequeño

Olympus abandona el 4/3 prácticamente casi de facto (cosa que ya ha oficializado Panasonic), a pesar de sacar ahora el buque insignia de la marca. Una réflex 4/3 tradicional, la E-5.

El caso es que la evolución, aunque lógica, a mi me sabe a poco.
Estoy acostumbrado a llevar un cuerpo grande, muchas veces con objetivos también grandes y acostumbrado como estoy, habrá que cambiar de marca para buscar algo más de calidad.

Porque el tamaño en fotografía, es calidad. No evidentemente por tener un zoom grande o un rango de focales elevado, sino porque un prime 50mm de calidad puede ser mucho más grande que uno malo.
Y "evidentemente" un sensor mayor también será mejor.

Olympus ha hecho una jugada redonda, porque con el montón de objetivos que tengo adquiridos compraré un m4/3 solo por rentabilizarlos.

Pero el éxodo inicia, y aunque sea dentro de 10 años, estoy casi seguro que poco equipo olympus conservaré entonces.
Si tuviera que hacer el movimiento hoy, creo que me decantaría por Nikon.
Aún tengo que hacer un par o tres de adquisiciones dentro del 4/3.
El 14-54mm para pasar la hambruna de objetivos; Una micro 4/3 con adaptador, para poder usarlos; y el pancake 20mm F1.7 de Panasonic son quizá lo único que vislumbro como posibles compras 4/3 en los años venideros.

A medida que el equipo vaya muriendo veré por que me decanto, pero mientras, tengo la sensación, y percibo lo mismo en mucha gente, de que una etapa llega a su fin.

Photokina está a la vuelta de la esquina y en los próximos años pueden pasar muchas cosas. Pero a pesar de acabar con buen sabor de boca, no creo que pueda aconsejar a nadie en el futuro que compre una Olympus. Ni siquiera micro 4/3, teniendo en cuenta que Sony anda por ahí y que todavía faltan por entrar Canon y Nikon para considerar el mercado maduro.

Ser de Olympus, le diré, es un poco como ser del atleti.

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