La gente suele tener fe ciega en la fotografía.
Pero el fotógrafo es siempre el que decide que enseñar y que no.
Uno no puede hacerse una idea de cual es la realidad, porque además su mensaje puede ser plenamente intencional.
Aquí, por ejemplo, el asustado era yo.
Xaxa, una foto preciosa.
ResponderEliminarme encanta el ojo