sábado, 24 de septiembre de 2011

Empecé el post para describir una sensación que tuve ayer sacando esta foto. Pero a medida que he ido pensando que poner se enredó un poco.



Hay cosas curiosas a la hora de robar o pedir una foto. Si no pregunto siempre lo hago de forma muy disimulada.
Lo primero es una especie de enamoramiento. Ves una persona generalmente fuera de lo habitual, extraordinaria en algún sentido.

Puede ser la forma de vestir, la mirada, los gestos, la postura, la situación. Siento una atracción irresistible hacia esas personas en el sentido de que me gustaría saber más cosas de ellas más allá de sacarles una foto. En general es como si hubiera un aura que las rodea, cuando las veo es casi como si las viera iluminadas.

No tienen que ser guapas, pero suelen tener algo que llama mucho la atención.

En la foto de arriba la chica del fondo llevaba un perrito en una bolsa. Los pantalones cortos, unas gafas de pasta que se caían constantemente y una mirada muy particular. Sin saber exactamente el motivo pero la percibía como alguien fuera de lo común.

Una extraña pareja que ajenos al resto de la gente se abrazan en el metro con un gesto de tristeza. Un hombre normal en apariencia que se pasea descalzo por el metro. Un hombre mayor cuyas arrugas son el testimonio de una vida larga. Un curioso ejecutivo con el que me suelo cruzar que siempre lleva unos enormes cascos. Un chico con una estrafalaria camisa. Etc... No sé, son muchos personajes que se diferencian del resto de una forma interesante.


il playboy

Con esto pasa un poco como con todo, cuando te detienes a mirar a una persona casi siempre percibes detalles llamativos, pero generalmente te cruzas con mucha gente, incluido yo, que son extraordinariamente normales o adoptan un aire de suficiencia que les coloca en la más absoluta normalidad. Cuando veo a alguien "llamativo" dedico algo de tiempo a ver que es realmente lo que me llama la atención, a veces es obvio y a veces no lo es.

Otra cosa es que con el tiempo aprendes a valorar esas cosas de la gente y ves en la diferencia algo positivo y preciado. Adoro pasear por Madrid y fijarme en la gente que tiene ese punto especial.

No quiero decir que el resto no sean especiales, a veces es sencillamente que necesitas más tiempo u otra situación para que te llamen la atención.

Es mi tipo de fotografía. Hay otro tipo de fotografía parecida y quizás más importante que es la que cuenta las cosas que le pasan a la gente. Es la fotografía de la gente que esta sufriendo, combatiendo, actuando, luchando, en el mundo, en tu barrio.

En fin empecé mi post para contar una sensación. Me suele pasar cuando hago fotos en ocasiones, de forma muy disimulada. Creo que casi siempre (o siempre, admito apuestas) la gente a quién hago la foto no se da cuenta, pero eso no evita que te miren o que miren la cámara en ocasiones.

A veces cuando miras la foto te encuentras esa mirada, siempre te queda un poco la duda de si realmente se dieron cuenta, creo que no. Pero es una mirada directa que es casi imposible intercambiar con la gente, si os miráis los dos así, en seguida ambos apartaréis la mirada. Como no suelo mirar cuando hago la foto (suele ir desde la cadera o similar) encontrar luego esas miradas congeladas en el tiempo también es muy estimulante.

Pienso que es necesario enfocar la fotografía desde un punto de vista personal. Para mucha gente las fotos de arriba pueden ser aburridas, insulsas o no tener ningún mensaje. Para mi son instantes de mi vida que he decidido coleccionar. Es gente que me he cruzado de la que guardo un recuerdo que me parece interesante atesorar y estoy convencido que soy el que más disfruta viéndolas.

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