lunes, 20 de abril de 2009

Una de las cosas que más hecho de menos desde que cambié de trabajo son los paseos por Madrid.

Trabajar dentro de la ciudad y poder ir de vestido de sport al trabajo era fantástico. Salir a las 18:00 y poder dar una vuelta; sobre todo en verano; pasear hasta las 21:00; aquello era, a parte de relajante, una gran oportunidad para sacar fotos.

Ahora trabajo en Alcobendas y mi jornada laboral es más extensiva que intensiva, lo que no deja tiempo para disfrutar y fotografiar la ciudad. Ni siquiera la colmena merece la pena; es más anodina que opresiva.

Todavía no hemos llegado al extremo de “Joe contra el volcán” pero poco a poco cada día se le parece más.

Como decía un amigo, es como poner a cocer una rana; para cuando quiere escapar ya está tan relajada que no es capaz de salir de la olla.

Poco a poco te vas introduciendo en el estilo de vida que han preparado para ti y cada vez es más complicado salir. La presión no es un problema, pero es triste que las emociones del día a día te las dén el trabajo, las facturas o la lavadora que se rompe.

Tendré que preparar un plan.
Me tengo que inventar un saludo secreto que seguro que hay otros como yo.

Mientras os dejo con esta foto.



Puede que repita, pero en cualquier caso me gusta bastante.

3 comentarios:

  1. Preciosa, la foto. Transmite muchísima calma.

    Entiendo el símil de la rana, yo creo que tengo algo parecido en mi trabajo. Pero este verano estuve hablando con un semi-desconocido mientras esperábamos a que terminara una boda y creo que la rana ahora tiene un poco más de energía. A veces lo único que hace falta es alguien que te dé otro punto de vista.

    Claro que una rana embarazada tiene pocas posibilidades de saltar, pero veremos en unos meses en qué queda todo.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Afortunadamente no somos bratacios del todo.
    En cualquier caso a una rana embarazada su renacuajo le puede dar mucha energía... y algunas ranas que se dejan cocer poco

    besos

    ResponderEliminar
  3. Yo creo que todos pasamos por una etapa de esas, picos de trabajo o astenia general (o un poco de cada)

    Si preparas un plan me apunto, la primera regla es que no se puede hablar del club de la rana

    ResponderEliminar